Universitarios invitan a explorar y disfrutar la música

Cualquiera que haya recibido clases de música en la escuela o colegio antes del 2008 recuerda que eran sinónimo de repetir una y otra vez las mismas melodías en flauta y memorizar la letra de cada uno de los himnos patrios.

Un proyecto llamado Musicar, que tiene sede en las aulas de la Universidad de Costa Rica (UCR),  se plantea desde hace un par de años formas distintas de aprendizaje musical.

“Musicar es afirmar, celebrar y explorar las relaciones que emergen cuando escuchamos y hacemos música, o nos involucramos con ella, tarareando o cantando, bailando, improvisando, componiendo o reflexionando, con lo mejor de  nuestra habilidad”.

Este concepto del musicólogo Christopher Small es el que ha guiado en los últimos 10 años el trabajo del educador costarricense Guillermo Rosabal Coto,  impulsor de la iniciativa innovadora a la que dio este mismo nombre.

Rosabal ha plasmado este concepto en su proyecto como educador e investigador, y ha logrado trasladarlo de las aulas de la UCR, a las de escuelas y colegios de todo el país, siendo él la persona detrás de los nuevos e innovadores programas de educación musical del Ministerio de Educación Pública (MEP).

El 24 de noviembre, Musicar tendrá una actividad abierta al público en la UCR, donde estudiantes que han pasado por el proyecto y los actuales presentarán experiencias distintas: desde obras musicales más tradicionales, hasta improvisaciones innovadoras.

Romper paradigmas

“Yo uso el Musicar para decirles a las personas: si usted va a Musicar puede afirmar, celebrar y explorar las relaciones que quiere en este momento particular de su vida, en relación con su clase social, con sus necesidades personales”, aseguró Rosabal.

El proyecto Musicar ha sido apoyado por la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento de Proinnova desde el 2012, como un caso de gestión de innovación de la UCR, con el estatus de modelo innovador para el aprendizaje de la música derivado de un programa de investigación de prácticas educativas musicales informales y formales.

Dicho programa ha traído a Costa Rica investigadores de Finlandia, Estados Unidos y Canadá, a impartir conferencias y talleres para músicos y educadores musicales. También generó dos libros, varios artículos académicos y materiales didácticos coordinados por Rosabal y las docentes Lilliana Chacón y Karla Abarca.

Los estudiantes de Rosabal van a contextos no tradicionales como mediadores de experiencias musicales para niños, niñas, adolescentes, adultos y adultos mayores. Musicar tiene convenios con la Escuela del Hospital de Niños, con el Centro Infantil Laboratorio de la UCR y con el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia.

“Ellos son mediadores, no van a dar clases de música. Ellos se dan a la tarea de conocer cómo es la relación de estas personas con la música, cómo usan su cuerpo y su voz con la música. Lo que en este proyecto queremos hacer es descolonizar la educación formal, explorando relaciones que a la educación formal no le han interesado”, detalló Rosabal.

“Los estudiantes lo que van a hacer es cuestionar los estereotipos que existen en torno al músico, para decirle a la gente: todos somos músicos, todos tenemos potencial”, añadió.

Musicar tiene más planes para el futuro de la mano de Proinnova. Por ejemplo, desarrollan la idea de una plataforma virtual, donde músicos y personas que disfrutan de la música puedan compartir experiencias, subir sus videos y composiciones. “Va a servir para que estas personas intercambien e interactúen, y también como un laboratorio de investigación”, puntualizó.