Especialista recomienda no sustituir sino la coexistencia de lo digital con lo impreso.
La jornada brilló con la participación de unos de los grandes historiadores del libro en el mundo, Roger Chartier. El académico y director de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS) de París afirmó sobre el futuro de la prensa impresa que sería “una terrible pérdida la desaparición de los periódicos en su forma impresa” porque la forma digital no es más que la reproducción electrónica de la página impresa, con las implicaciones que ello conlleva.
El especialista estuvo en la Universidad de Costa Rica para participar del Encuentro de Historiadores de la Prensa y el Periodismo en Iberoamérica, que se celebró la semana anterior con el auspicio de la Escuela de las Ciencias de la Comunicación Colectica (ECCC).
El siguiente es un resumen de la entrevista que dio el historiador francés a UNIVERSIDAD.
¿Sobrevivirán los medios de comunicación impresos frente a la era digital tal y como lo hicieron los manuscritos frente a los textos impresos en el Siglo XVII?
Hay una tendencia de considerar que cuando hay una nueva invención desaparece casi inmediatamente las antiguas técnicas. Por qué no pensar que estamos frente a la clara necesidad de poder distinguir papeles diferentes del texto electrónico, el texto impreso y tal vez el texto manuscrito, una reorganización. Hasta ahora la presentación electrónica, que supone una fragmentación tanto del texto como de la lectura, no permite esta presencia del texto en su totalidad y los lectores de novelas o de libro de historia o de ensayos se quedan fieles a una forma.
Los formatos digitales permiten la construcción de un conocimiento colectivo. ¿Es razonable pagar para tener acceso al conocimiento en un espacio donde la información es gratuita?
Hay dos problemas con el conocimiento colectivo, libre y anónimo, este representa una esperanza o un sueño muy fuerte que encarna algunas de las ideas de la Ilustración. Una posibilidad de riesgo cuando se trata de discursos del saber que suponen técnicas, fuentes, es que cada uno puede colaborar en un texto de historia de igual manera que para un texto de ciencias naturales. El sueño de ver materializada la idea de una construcción libre colectiva se interrumpe al existir la posibilidad de introducir falsificación y difamación.
El segundo problema es el del acceso y es el centro de todas las polémicas. A propósito de Google y de la digitalización de las colecciones de las bibliotecas, no solamente de los libros sino de las imágenes, de construir un inmenso banco de datos. La cuestión es si una empresa que domina un inmenso banco de datos no podría en un cierto momento imponer un pago para el acceso a la información. La ilusión de lo gratuito, no es más que una ilusión, porque las computadoras no son gratuitas y aquí hay una realidad económica que puede ser en muchos casos una barrera para la difusión de esta tecnología.
Pero aquí se ve también un segundo límite. Lo que se plantea inmediatamente es la cuestión del acceso en relación con la propiedad intelectual y el “copy right” (derechos de autor).
Sería una terrible pérdida la desaparición de los periódicos en su forma impresa porque podríamos pensar que la forma digital no sería más por definición la reproducción electrónica de la página impresa, sino que sería la edición electrónica con todo lo que implica.
¿La tendencia de los grandes medios de comunicación impresos es desaparecer? ¿Cuál es su criterio?
Espero que no. Se trata de alguna lógica económica que depende también un poco de los sectores y no solamente de la búsqueda del provecho del capitalismo editorial que depende también de las prácticas y de los usos de los lectores; claramente los más jóvenes no están interesados por la lectura de los periódicos de forma impresa. Los lectores que se quedan fieles a un periódico no compran otros y también se alejan de la forma impresa. Si usted está en una ciudad de Estados Unidos, hace diez años se encontraba circulando las mismas las ediciones impresas que en París, ahora ha desaparecido totalmente como si se pensara que la forma electrónica hubiese agotado la posibilidad de compra del número impreso.
¿Se da una sustitución de la versión impresa por la digital?
Hay una ambigüedad en la prensa misma, de sustitución o coexistencia. Ha desaparecido la venta de periódicos extranjeros, lo que queda es la forma electrónica del periódico. Pienso que es una cuestión de mucha ansiedad para los directores de los periódicos, si se deben ir completamente en la lógica de una sustitución, que no es una sustitución porque la lectura es diferente, o si de una manera u otra se puede mantener una coexistencia, lo mismo para las revistas. Hablamos también de la pérdida del periodismo, como gente que está escribiendo la noticia (los corresponsales). El gran riesgo de la publicación electrónica es la recopilación de las noticias que las agencias de prensa publican y su multiplicación y la desaparición del periodismo de investigación, la presencia de periodistas en el extranjero producto de una reducción al máximo de los costos. Otra pérdida fundamental es en cuanto a la pluralidad o al control de la información, hay algunas agencias de prensa que recogen y publican las mismas noticias que otras, en forma de noticias breves, fragmentadas, segmentadas, en lugar de tener más diversidad, más originalidad en la información y más control. Tendríamos entonces una pérdida de pluralidad y de ir a la fuente misma de la información, es decir el reporteo, la presencia en el lugar y la entrevista periodística como tal.
